miércoles, 8 de julio de 2009

Prejuicios

Dicen que la vida te tiene reservadas sorpresas a la vuelta de la esquina o donde menos lo esperas.

Me ha pasado que durante largos periodos de mi vida, y por largo me refiero a semanas, no me encuentro con ninguna novedad, nada que me sorprenda demasiado, ni que me cause emociones exultantes, pero de repente algo sucede, algo cambia, algo se mueve en la energía, en la atmósfera o en el universo y las situaciones diarias empiezan a cambiar.

Tampoco es que ocurra una invasión extraterrestre o que me tope con Johnny Depp en la calle, lo salve de un peligro inminente y termine enamorado de mi (eso sí que sería una gran aventura jajaja... pero no te preocupes mi amor, yo por supuesto, le diría que no). A lo que en realidad me refiero es a que en ocasiones estamos ya tan acostumbrados a ciertas cosas, a ciertas personas, a una forma específica de llevar nuestras vidas que, de cierta manera, perdemos la capacidad de sorprendernos o mejor dicho... perdemos las ganas de dar oportunidades.

A veces me sorprendo a mi misma prejuzgando situaciones o personas. Por ejemplo: si no estoy de buen humor mejor no voy a la fiesta que organizó X persona porque “Seguramente ni me voy a divertir” o “¿Para qué voy? De seguro estará aburridísima”. Ahí ya perdí una oportunidad de hacer algo diferente y de llevarme una sorpresa, negativa o positiva, de la que sea, pero ya me lo perdí. Mi papá siempre me dice “Es mejor arrepentirte de cosas que hiciste y no de cosas que dejaste de hacer”.

Hace algunos años tenía el lema de “Todos las personas son desagradables hasta que me demuestren lo contrario” jajajajaja. No me odien por eso, así pensé durante algún tiempo. Les puedo decir que con los años he madurado y que mi mente se iluminó, que ahora estoy llena de amor y humildad hacia mi prójimo... pero ¿Para que empezar a mentirles ahora? Jeje. Aunque es verdad que ya no pienso de la misma forma, pero no fue iluminación, todo ha sido a base de entender que he cometido muchos errores en mi vida, que he basado decisiones importantes en cosas que no tenían buenos fundamentos. En pocas palabras me dí algunos golpes y eso me obligó a cambiar de opinión.

Últimamente trato de dar más oportunidades, más que nada a mí misma. Me doy la oportunidad de conocer a las personas antes de decidir si me caen bien o si me caen mal. Y eso, en particular, es algo que me da mucho gusto, porque en pocos días he conocido personas muy interesantes, con quienes tengo mucho en común o tal vez nada, pero que ese detalle, en lugar de molestarme, las hace mas geniales.

Dar oportunidades es algo que debemos aprender, es indispensable si quieres pasarla bien, aunque nunca falta la desilusión o como luego dicen “El prietito en el arroz”, pero todo es parte de la vida. Y la vida se hizo para vivirla ¿Que no? Sigamos aprendiendo, cambiando, siempre intentando ir hacia delante, mejorando. Hay que conocer lugares nuevos, dejar entrar nuevas personas a nuestras vidas, intentar cosas que siempre hemos querido hacer, leer mucho, caminar cuanto podamos, dejar de perder el tiempo (porque se nos termina) en cosas que ya pasaron y no se pueden corregir ni recuperar.... pero más importante aún: Dejemos de prejuzgar, la vida es un misterio y nunca sabes si la siguiente esquina es donde esta tu sorpresa.



Besitos


Cheryl

5 comentarios:

Anónimo dijo...

wow! que buen texto (;
lecciones de vida en unos cuantos párrafos...

Tamy dijo...

Tienes toda la razón, yo soy así, de no dar muchas oportunidades, y de juzgar sin conocer.
Pero igual en ocasiones me arrepiento de no haber hecho algo, y ahi es donde me doy cuenta de que debo cambiar.
Porque la vida es muuy cortita, y hay que vivirla al 100.

=) te mando un saludo y ojalá nos veamos pronto.

Rodrigo dijo...

Asi pasa mi vida, pero en nuestras manos esta el que nuestra vida no sea tan simple! hay que hacerla divertida, atrevernos hacer cosas que por lo regular no hacemos!!! hay que divertirse... nada mas estamos aqui un ratito, para que amargarnos?

Pasajeros enmascarados dijo...

En medida en que tengamos la capacidad de desprendernos de esos prejuicios, adquiriremos la habilidad de disfrutar de todo lo que tenemo a nuestro alcance pero que rara vez percibimos.

Anónimo dijo...

LA VERDAD ES QUE GENERALMENTE TODOS TENEMOS ALGUN PREJUICIO, E INDUDABLEMENTE DEBEMOS DE TRABAJAR POR KITARNOSLO DE ENCIMA, Y EMPEZAR A APROVECHAR TODOOO EL TIEMPO PERDIDO Y TODOO EL KE NOS KEDA...

GURRUMINA