martes, 30 de septiembre de 2008

Fechas para recordar

Con tantas fechas conmemorativas que hubo en este mes de septiembre que está a punto de terminar, lleno de color y festejos a la patria, además de los festejos por diferentes motivos como: cumpleaños, aniversarios, nacimientos, bautizos, graduaciones, bodas, etc. Me puse a pensar en la felicidad que nos traen todas esas fechas importantes en nuestras vidas. Recuerdos de buenos momentos, celebraciones por la vida y por el amor.

Entonces recordé también que, como es normal, no para todos son siempre momentos felices. Hace unos cuantos años, preparábamos todo para festejar el cumpleaños de mi hermana Elena, mi mamá iba a hacer una receta deliciosa que a todos nos encantaba. Todos estuvimos muy contentos y organizados haciendo los arreglos para la fiesta de cumpleaños. De repente entra corriendo a la casa un empleado de mi papá y le dice de golpe a mi madre que mi tío José se desmayó en el campo.

Todo mundo se movilizó para avisar a su esposa e hijos, lo llevaron inmediatamente al hospital... pero ya era demasiado tarde, había sufrido un infarto fulminante. En ese momento se terminó la fiesta de cumpleaños, aunque no había siquiera empezado. A partir de esa ocasión el cumpleaños de Elena dejó de ser el mismo, los años siguieron pasando y el dolor por la muerte de mi tío disminuyendo hasta casi superarse por completo, pero esa fecha dejó de ser algo singularmente feliz, para convertirse en una mezcla de sentimientos que dan por resultado, una fecha memorable.

Historias como está debe haber muchas. Acontecimientos que nos han tomado por sorpresa ya sean tristes o alegres. Y después de todo ¿Qué es lo que recordamos el 16 de septiembre, el 20 de noviembre, el 5 de mayo, etc? Si no es la muerte de tantos personajes, tantos héroes que nos gustaría que no hubiesen muerto, sin duda alguna, pero también sin cuyos sacrificios nuestra nación no sería la misma y nosotros tampoco.

Supongo que con la cantidad de personas que pululan por el mundo, se podría decir que cada hora del día (si no es que cada minuto o segundo) de todos los días sucede algo importante en la vida de alguien y esto es recordado durante muchos años. Tal vez conmemore el nacimiento de una persona amada o tal vez terminó la escuela o celebra que encontró el amor. Quizás perdió a un ser querido o le rompieron el corazón. Sin importar la naturaleza de su recuerdo, para esa persona será inolvidable.

Así es la vida, una completa aventura esperando por alguien que tenga el valor de vivirla, tal como es, con buenos momentos y también malos.


Saludos!!




Cheryl

viernes, 26 de septiembre de 2008

Novedades!!

¡Hola amigos!


Como ya lo habrán notado le hice algunos cambios a la imagen de mi blog con la valiosa ayuda de Rodrigo, todo lo con la finalidad de que se vea más agradable tanto para ustedes que se toman el tiempo de pasar por aqui y leer las cosas que tengo para decir, como para mí que lo tengo que ver a diario jiji. Incluyendo una fotito de mi persona para que se den una idea de cómo soy pero sin perder el misterio jajaja.
Espero que les guste la nueva imagen.
Saluditos!!
Cheryl

martes, 23 de septiembre de 2008

Tormenta eléctrica

Muchas veces mientras vivimos nuestras vidas tranquilamente corremos riesgos que tal vez no deberíamos correr, que sabemos que están ahí, que existen y los ignoramos, confiamos a la suerte el resultado de nuestras acciones. Y por supuesto cuando las cosas salen mal, también culpamos a nuestra mala suerte, la mala estrella que nos acompaña, la mala vibra que alguien “nos tira”, la mala fortuna, etc.

Si tan sólo aceptáramos nuestra responsabilidad con respecto a las consecuencias que enfrentamos, si pudiésemos entender que nada sucede sin una razón. Que todas nuestras acciones tienen, forzosamente, una reacción o consecuencia. Sin embargo cuando nos vemos enfrentados a unas consecuencias que no esperábamos, nos enojamos con todo el mundo y reclamamos lo injusta que es la vida.

Todo este tema tan profundo viene a colación porque el día de hoy sufrí una consecuencia que me tiene al borde de la locura.

Esta tarde estaba en mi habitación, mirando televisión, mientras esperaba que se llegara la hora de salir a cumplir un compromiso, me percaté de que empezó a llover muy fuerte. Como es muy común que en la costa haya tormentas eléctricas, salí a cerciorarme de que ésta no fuera una de ellas. Llovía con bastante fuerza, pero sin sonido alguno, nada de estruendos, ni luces de relámpagos en el cielo. Después de realizar esta importante verificación volví a mi habitación a seguir viendo una película sobre viajes en el tiempo y las consecuencias que pueden llegar a acarrear para el mundo (hablando del tema).

Bueno pues estaba yo de lo más intrigada pensando en cómo resolverían los protagonistas ese problema en que se habían metido, cuando de pronto y sin previo aviso se estremecen los cristales de mi ventana y un ruido ensordecedor atenaza mis oídos ¡Un rayo! Pensé con susto... demasiado tarde. Uno de los focos que iluminan mi habitación tronó por la descarga eléctrica ocasionada por el mencionado rayo, la televisión se apagó... y no volvió a encender.

Aunque consiente de que era algo tarde para mi reacción, me apresuré a desconectar de la toma de corriente todos mis demás aparatos electrónicos. Salí inmediatamente de mi habitación, asustada y con la esperanza de que la tormenta terminara lo antes posible para revisar si algo se había arruinado. Una vez pasada la tormenta volví e intente encender mi televisor, que yacía inerte sobre el mueble con su pantalla gris apagada. No encendió más.

Me invadió la desesperación ¿Ahora como podré conciliar el sueño? ¿Qué será de mí sin mi televisor? ¿Dónde voy a ver los inicios de temporada de mis series favoritas? ¿En qué veré películas? ¡Que mala suerte la mía! ¡Malvada tormenta eléctrica camuflada!

En realidad mi suerte no tiene nada que ver, debí desconectar mi televisor cuando me dí cuenta de que la tormenta era muy fuerte, así hubiera evitado esta consecuencia tan traumática (jajajaja un poco exagerado lo sé, pero me gusta ver televisión). Afortunadamente mi computadora y modem salieron ilesos del atentado eléctrico. Que no les pase a ustedes, piensen en las consecuencias de lo que hacen o dejan de hacer, como yo.

Saluditos!!


Cheryl

martes, 16 de septiembre de 2008

El cromosoma Y

Para la mayoría de las mujeres, sin importar edad, raza, posición social, etc. Entender el lenguaje masculino es algo complicado. Por más que nos esforzamos en luchar por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, no podemos negar que las diferencias entre ambos sexos van más allá de nuestro control y entendimiento.

¿Quién entiende a los hombres? Y miren que no hablo en mal plan, nada que ver con intenciones de ofender, nada de Paquita la del Barrio. Pero mi pregunta es correcta ¿Quién los entiende? Me refiero, por supuesto cuando hablan de algún tópico masculino como por ejemplo…. ¡Los autos!

Hace unos días mientras Rodrigo y yo paseábamos en mi coche, se encendió la luz de un “testigo”, una pequeña lucecita en el tablero del auto que indica alguna falla o desperfecto. Cada uno de esos “testigos” tiene una forma diferente que te indica, hasta cierto punto, en donde buscar el problema. La que se encendió en mi coche tiene la forma de un motor en miniatura, según dice Rodrigo, aunque yo más bien le veo la forma de una pequeña llave de agua.

Mi novio dijo que no debía ser nada serio ya que el coche no parecía tener ningún problema, encendido a la primera, potencia normal, etc. Pero con el propósito de que yo estuviera tranquila lo llevamos con mi sobrino Jorge, que tiene un taller, para que escaneara el problema. Cuando llegamos al lugar Jorge fue a saludarnos y preguntar que nos traía por ahí. Estaba a punto de explicarle de mi coche cuando Rodrigo alcanza a ver entre el mundo de autos que había en el taller uno en especial que robó su atención.

Inmediatamente se encaminó hacía allá como hipnotizado, y Jorge tras de él, haciendo miles de preguntas. Mi sobrino fascinado respondiendo a todas, ya que el coche le pertenece y lo está reparando. No me quedó más remedio que seguirlos. Y de pronto me di cuenta de algo... sus caras habían cambiado, una luz extraña les iluminaba los ojos mientras hablaban de motores, cilindraje y caballos de fuerza, sus manos se movían haciendo aspavientos y de sus cuerpos emanaba una energía que nunca había notado antes. Por unos segundos se olvidaron de todo lo demás, incluso de mi presencia por supuesto, de los problemas de trabajo, de los económicos, de los dolores corporales, etc. ¡Mágicamente!

Pero ese no es el único tema que los pone así. Algo muy similar les pasa también cuando hablan de deportes. Llaman a cada jugador por su nombre, planean las mejores jugadas habidas y por haber, desprecian a los árbitros o referís y le echan tierra a los entrenadores que “sólo sirven para tres cosas: para nada, para nada y para nada”.

Y cuando me tomé el tiempo de observar sus reacciones ante las cosas que les gustan, pude evaluar las emociones que emanan de ellos y la facilidad de palabra que tienen con sus compinches (amigos)... llegué a la conclusión de que después de todo hombres y mujeres no somos tan diferentes en ese aspecto. Intereses distintos pero igual de apasionados.


Cheryl.


domingo, 14 de septiembre de 2008

Tiempos violentos

En una era donde los autos son cada vez más potentes y livianos; los celulares son multifacéticos que lo mismo sirven para hacer tu llamada como para tomar y enviar fotos, conectarte al Internet o controlar tu agenda de compromisos; los reproductores de música son una maravilla a la que le puedes meter miles de canciones y hasta videos que se pueden ver en sus pequeñas pantallas de cristal liquido; está también la investigación incansable en el área de la medicina, la creación de medicamentos que dan solución a problemas que pensamos que no la tendrían nunca y curen enfermedades que hasta hace algunos años nos parecían imposibles de curar, que las cirugías estén en su apogeo y a estas alturas puedas corregirte cualquier cosa que no te agrade de tu físico. Genial ¿no?

Desafortunadamente la ciencia y la tecnología no son las únicas que han tenido notables avances y crecimiento. La violencia y la delincuencia están también a la orden del día y los ciudadanos de la región donde yo resido, Puerto Vallarta Jalisco y Bahía de Banderas Nayarit, estamos sufriendo cada vez con mayor frecuencia los ataques de las mismas.

El incremento en la delincuencia nos tiene a todos con los nervios de punta. Balaceras a cualquier hora del día, secuestros, tráfico de drogas, fraudes, etc. Son sólo algunas de las novedades que tenemos en nuestras localidades. Como todo, la violencia tuvo un inicio discreto, supongo que los delincuentes tenían la precaución de hacer todos sus “movimientos” a horas en que la mayoría de las personas comunes dormíamos y los disturbios eran rara vez asuntos que llamaran la atención de la ciudadanía porque no pasaban de ser rencillas entre personas dedicadas a lo mismo y limitado a ciertas zonas de la cuidad.

Esa situación cambio de unos meses hacia acá. Los horarios cambiaron. Ahora nos sentimos en peligro sin importar hora del día o zona en que transites. Ya no hay limitantes para la violencia, tan posible es que los delincuentes se agarren a balazos con sus enemigos o con la policía a media noche y en un barrio casi deshabitado como lo es que suceda en pleno mediodía en un centro comercial o en una de las colonias más populares de la ciudad.

Poco a poco estamos perdiendo la tranquilidad de nuestras vidas cotidianas y cumpliendo con todos los requisitos necesarios para llamar “ciudad peligrosa” a nuestra localidad. Es realmente una lástima ver que las autoridades locales, encargadas de atrapar y controlar a los malhechores, estén tan poco preparadas para hacerlo y que el armamento de los malos supere en mucho al de nuestros “protectores”, quienes la mayoría de las veces prefieren “llegar tarde” al lugar de los hechos con tal de no enfrentarse a quienes cuentan con armas de alto calibre mucho mejores que las suyas, con automóviles blindados y más rápidos, y que incluso los superan en número.

Las autoridades federales no se hacen de la vista gorda ante los hechos y nos mandan personal capacitado y armado lo suficiente para hacer frente a la ola de violencia que nos tiene temerosos a todos. Aunque esto también nos ocasione más trastornos en lo que respecta a nuestra vida cotidiana: retenes policiales en las peores horas del tráfico, revisiones que, en ocasiones, se podrían confundir con acoso por parte de las autoridades en cumplimiento de su deber.

Yo siempre me preguntaba ¿Cómo es posible que habiendo tanta delincuencia y peligros en las grandes ciudades, como el Distrito Federal, las personas sigan viviendo ahí? Ahora empiezo a entender la respuesta. Todo inicia de forma casi imperceptible y va creciendo poco a poco hasta que se vuelve parte de la rutina y cuando te vienes a dar cuenta eres una más de las personas que conviven día a día con el alma de la ciudad y todo lo que ella implica.



Cheryl

lunes, 8 de septiembre de 2008

"Cosas de mujeres"

¿Se han dado cuenta de cuantas veces clasificamos las cosas de la vida diaria? Le ponemos títulos a ciertos eventos, circunstancias y hechos que nos suceden. Pero ¿Saben que es lo más notable de esta clasificación? Que ponemos títulos dependiendo del género de los acontecimientos. ¿Alguna vez has escuchado la frase “Son Cosas de Mujeres”?

La clasificación es tan amplia que afecta todo nuestro entorno. Dentro de esta clasificación entran: temas de conversación, cuando estamos hablando varias mujeres juntas y los chicos dicen “Vámonos están hablando cosas de mujeres”; cuando nos conmovemos por algún suceso “Ahh! Las mujeres y sus cosas”; cuando vamos de compras “Eso es cosa de mujeres” ¿Qué? ¿Acaso los hombres nunca van de compras?.

Entonces me di a la tarea de investigar más sobre el tema y así conocer cuales son esas cosas que, según los hombres, sólo las mujeres podemos hacer o decir. Además de saber las opiniones de las mujeres sobre ello.

Empecé preguntando aquí y allá, a mis amigas, hermanas, madre, compañeras de trabajo, etc. Desde el primer momento en que escuchaban la frase una sonrisa asomaba en sus caras y me decían “¿Es en serio?”. ¿Por qué no habría de ser en serio? Les respondía. Todas y cada una de las entrevistadas mencionaron lo que para ellas son “cosas de mujeres” y yo con cara de profesional en la materia las escuché y asentí todas las veces necesarias.

Mi madre dijo que tener y criar hijos es Cosa de mujeres; aunque a estas alturas los hombres participan cada vez más en la crianza y educación de los hijos. Alguien más mencionó que todo lo que se refiriera a hormonas era sin duda alguna clasificado por los hombres como “Cosa de mujeres”. Y eso es algo que no puedo objetar. Incluso he escuchado a algunos hombres decir “¿Qué te pasa, estas hormonal?”, “Mejor hablamos en otro momento porque ahorita eres un cocktail de hormonas”, “¡Ay! de seguro estas en tus días”… supongo que todo esto califica como una Cosa de mujeres.

Hombres... Si bien es verdad que de repente nos ponemos más sensibles de lo normal, o un poco alteradas en lo que respecta a nuestro temperamento, generalmente dulce, cambiamos de humor con rapidez y probablemente dejamos de ser sumisas y abnegadas (jajajajajajaja) por unos momentos, eso no quita que cada una de nosotras siga siendo el amor de la vida de alguien.

Y que de una forma inexplicable para el entendimiento humano, las mujeres, así con todo y nuestras “Cosas de mujeres” que muchas veces los fastidian o exasperan, seamos el complemento perfecto para los hombres. Entonces volvemos a una frase que la verdad no recuerdo quien la dijo por primera vez pero dice asi: “A las mujeres no trates de entenderlas, sólo ámalas por lo que son y significan para nosotros”.



Cheryl





jueves, 4 de septiembre de 2008

Los celos

De por si las relaciones humanas son complicadas y en su mayoría disfuncionales... ahora imagínense cuando se trata de relaciones románticas. Si lo que dice John Gray de que “Los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus” es cierto ¿Cómo juntar a personas tan distintas sin que eso ocasione una guerra interplanetaria? Es todo un logro sin duda alguna. Por eso, como un paréntesis, voy a aprovechar para felicitar a todas aquellas parejas que han permanecido juntas durante años, sin que ello haya mermado de alguna manera el amor que se tienen.

Entre las muchas razones que conozco que pueden hacer de una relación normal y bonita un completo infierno la más sobresaliente de ellas son Los celos. ¡Que situación más difícil son los celos! En verdad les digo que no hablo de esto por experiencia propia ya que, afortunadamente, nunca me ha tocado pasar por algo así. Pero en cambio si conozco a muchas personas que los han sufrido y que se los han hecho sufrir a sus parejas. Para ejemplificar lo antes dicho sólo tienen que imaginar la siguiente escena:

Timbra el teléfono celular, Pablo lo saca de su bolsillo, ve el nombre de la persona que lo llama, Teresa su novia, y se aleja de su grupo de amigos para contestar, todos se ríen y hacen comentarios pesados acerca de lo “mandilón” que es.
Pablo: Hola amor, ¿Cómo estas?
Teresa: ¿Dónde estas?
P: Estoy con mis amigos como te dije
T: ¿Seguro que estas solo con tus amigos?
P: Si Tere ¿Con quien más estaría?
T: Pues no sé, dímelo tú. De seguro estas con alguna de tus amigas, esas con quienes sales cuando dices que vas con tus amigos
P: Por favor Teresa ¿De qué amigas estas hablando? No empieces con eso, ya te dije que no ando con nadie más que contigo y hoy es el día que salgo con mis amigos y tu con tus amigas.
T: Claro, yo si estoy con mis amigas, porque yo si soy leal, pero no estoy convencida de que tú lo seas, creo que no estamos en el mismo nivel de compromiso. Mientras yo estoy aquí con mis amigas quien sabe con quien te estarás enredando tu (llanto histérico).

Otra escena de celos.
Teresa regresa a casa después de la reunión con sus amigas, Pablo la espera sentado en la sala con cara muy seria.
Pablo: ¿Dónde estabas? He estado llamándote toda la tarde
Teresa: Estaba con mis amigas tomando un café mi amor, ya te había dicho.
P: ¿Crees que soy estúpido o que?
T: Claro que no creo eso ¿De que hablas? ¿Qué te pasa?
P: Mira Teresa si no quieres estar en esta relación sólo dilo, no intentes verme la cara de tonto. Fui a buscarte al café donde siempre te reúnes con tus amigas y no estabas ahí. ¿Dónde estabas y con quién? ¿Con quien me engañas?
T: Por Dios Pablo no te pongas así, no se de que hablas. No estábamos en ese café que dices porque fuimos a uno distinto, te lo dije cuando te llame en la mañana.

¿De dónde provienen los celos? ¿Es verdad que los celos son demostración de amor? El origen de los celos es la inseguridad, cada individuo tiene una historia íntima y particular, vivencias de su pasado que lo marcan con ciertas características emocionales. Y por supuesto que los celos no son muestra de amor, al contrario. Todas mis experiencias en el campo de los celos enfermizos han sido gracias a los malos ratos que amigas mías han pasado con sus parejas celosas. Pero tengo un par de ellas en particular que me han mostrado ambas partes del problema, una que tiene un novio súper celoso y la otra que es una celosa de lo peor.

Con la primera me ha tocado vivir situaciones en que no podemos salir porque su novio tiene un ataque de celos y, una de dos, quiere ir con nosotras o se pone terco en que mi amiga no salga. Y con la otra... solo les diré que aprendió a cortar el cabello solo para que nadie más tocara la cabeza de su novio. Ambas situaciones son complicadas y la mayoría de las veces insoportables para la persona que es acosada por una pareja celosa.

¿Qué hacer si eres la parte acosada? Ahora si que cada quien sabe bien lo que le conviene y si no lo sabe, se lo podemos decir quienes estamos alrededor pero sólo esa persona decidirá qué debe hacer. Lo más recomendable en estos casos es poner distancia, porque no puedes esta al lado de alguien que te trata con tanto irrespeto y desconsideración, sin importar cuáles sean sus motivos. No se puede mantener una relación amorosa sana con alguien que no tiene la más mínima confianza en ti. Tarde o temprano terminará de una manera negativa.

¿Qué hacer cuando eres aterrorizado por unos celos insoportables? Aceptar que tienes un problema es el primer paso, darte cuenta de que estas actuando de forma incongruente para alguien que dice amar a su pareja. Buscar ayuda psicológica sería lo siguiente. Si tienes un problema es mejor ponerle solución cuanto antes para que no te arruine tus relaciones amorosas.

Como decía mi abuelo “Todo en esta vida tiene solución menos la muerte”, sólo que casi nunca es fácil. Pero las soluciones están ahí esperando que tengamos el valor de tomarlas.

Besos.


Cheryl