Cada vez que escucho la palabra Mudanza no puedo evitar acordarme de “Hoy voy a cambiar” jeje. Cuando era niña mi familia y yo nos mudamos en varias ocasiones pero nunca me tocó la parte más pesada, ya que era una niña (hace sólo un par de años, por supuesto), pero ahora que estoy en plena mudanza y que ya no soy una criaturita, se que no es algo precisamente sencillo, al contrario.
Cosas que hace un tiempo me parecían imprescindibles ahora sólo me causan estrés porque son cargas que debo cambiar de lugar. Si bien, mi nueva casa está muy cerca de la anterior, aún así debo transportar todas mis pertenencias y muebles. No me imaginé que fuera tan pesado, aunque es algo ilógico pensar lo opuesto.
Ahora veo que tengo demasiadas cosas que ya ni siquiera recordaba que tenía y eso no es algo bueno. En alguna parte leí que todas las pertenencias guardan la energía de sus dueños y ésta debe mantenerse en movimiento ya que de otra forma se convierten en malas vibras, así que si hay objetos que no se han movido en algún tiempo es mejor deshacerse de ellos, sobre todo tratándose de cosas tales como: ropa, accesorios, zapatos y otros artículos muy personales.
De hecho ya hice una cuidadosa selección de todo aquello de lo que me desharé en estos días, quiero ayudar a que las energías circulen de forma positiva en mi nueva casa. Pero por más que tengo deseos de no ser igual que mi mama, en cuanto a los “tiliches”, hoy descubrí que hay muchísimas cosas de las que no me puedo deshacer.
Entre documentos importantes, juegos de sábanas, edredones, cojines, almohadones, agendas fiscales y cuadernos, sólo los que realmente uso y me importan, ya se hizo un gran montón. Y hablando de documentos, una de las cosas que aprendí de mi mamá es que al momento de decidir que ya es tiempo de desocupar alguna gaveta llena de papeles, lo mejor que puedes hacer el quemarlos, sí, tal vez para algunos suene un poco paranoico, pero la verdad es que no me gustaría que algún desconocido revise mis viejas recetas médicas, estados de cuenta de años anteriores o cosas que he escrito en momentos de mi vida.
A pesar del cansancio, del trabajo que parece no terminar nunca, del poco tiempo que tengo para dedicarle a la casa debido a mi trabajo y de tanto tiliche jeje, parece que esto esta quedando bien.
Poco a poco estoy convirtiendo esa casa en MI HOGAR y eso amigos .... me hace feliz.
Besos
Cheryl
Cosas que hace un tiempo me parecían imprescindibles ahora sólo me causan estrés porque son cargas que debo cambiar de lugar. Si bien, mi nueva casa está muy cerca de la anterior, aún así debo transportar todas mis pertenencias y muebles. No me imaginé que fuera tan pesado, aunque es algo ilógico pensar lo opuesto.
Ahora veo que tengo demasiadas cosas que ya ni siquiera recordaba que tenía y eso no es algo bueno. En alguna parte leí que todas las pertenencias guardan la energía de sus dueños y ésta debe mantenerse en movimiento ya que de otra forma se convierten en malas vibras, así que si hay objetos que no se han movido en algún tiempo es mejor deshacerse de ellos, sobre todo tratándose de cosas tales como: ropa, accesorios, zapatos y otros artículos muy personales.
De hecho ya hice una cuidadosa selección de todo aquello de lo que me desharé en estos días, quiero ayudar a que las energías circulen de forma positiva en mi nueva casa. Pero por más que tengo deseos de no ser igual que mi mama, en cuanto a los “tiliches”, hoy descubrí que hay muchísimas cosas de las que no me puedo deshacer.
Entre documentos importantes, juegos de sábanas, edredones, cojines, almohadones, agendas fiscales y cuadernos, sólo los que realmente uso y me importan, ya se hizo un gran montón. Y hablando de documentos, una de las cosas que aprendí de mi mamá es que al momento de decidir que ya es tiempo de desocupar alguna gaveta llena de papeles, lo mejor que puedes hacer el quemarlos, sí, tal vez para algunos suene un poco paranoico, pero la verdad es que no me gustaría que algún desconocido revise mis viejas recetas médicas, estados de cuenta de años anteriores o cosas que he escrito en momentos de mi vida.
A pesar del cansancio, del trabajo que parece no terminar nunca, del poco tiempo que tengo para dedicarle a la casa debido a mi trabajo y de tanto tiliche jeje, parece que esto esta quedando bien.
Poco a poco estoy convirtiendo esa casa en MI HOGAR y eso amigos .... me hace feliz.
Besos
Cheryl