¿Alguna vez han sentido la necesidad de cambiar? Me refiero a hacer un cambio importante, no sé, un cambio interno tal vez, un cambio de entorno o quizás hasta hablemos de algo físico. Por experiencia sé que nadie decide cambiar o acepta que necesita algo así sin haber experimentado un fracaso, una decepción, una gran tristeza o verse enfrentado a un gran problema.
En alguna parte leí que todo tiene un lado positivo y comprendo que es verdad, incluso cuando estás hundido y tocando fondo, hasta eso tiene algo positivo. Porque en esa situación sólo te queda un camino por seguir y es hacia arriba, si, sólo queda subir... cambiar.
Uno de los grandes problemas existenciales de las personas es creer que necesitamos algo o a alguien para que nos complemente y nos haga felices. Primero que nada debemos hacernos felices a nosotros mismos, sentirnos como seres completos y ya después podemos buscar con quien compartir esa paz. De otra manera sólo buscamos a quien responsabilizar de nuestros sentimientos, nos volvemos dependientes de los demás.
Yo he sentido la necesidad de hacer cambios muchas veces en mi vida, a veces por vanidad como cuando decido teñirme el cabello o hacerme un corte extremo; a veces por autoestima como hacer ejercicio o cuidar mi peso; a veces por salud como dejar de comer y tomar alimentos que me hacen daño y a veces porque siento y reconozco que estoy fracasando en mi intento de encontrar mi felicidad.
Como muchos, siempre pensé que necesitaba algo externo, independiente de mi persona, para ser feliz y siempre estaba posponiéndolo, para cuando consiguiera esto o lo otro: “Cuando termine la escuela” “cuando tenga un mejor trabajo” “cuando conozca al hombre de mis sueños” “cuando tenga mi propia casa” “cuando tenga mi propia familia”... siempre pensando en el futuro, esperando encontrarme a mi yo feliz en algún momento. Lo malo es que me olvidé de vivir el hoy, de disfrutar el presente, “el ahora”.
Hasta hace unos días, mientras analizaba mis emociones, realmente me cayó el veinte. Me sentía frustrada, desilusionada de mí misma, atrapada. Fue entonces cuando comprendí que necesitaba un cambio. Tenía que aprender algo importante que, hasta ese momento, estaba dejando de lado.
Como ya lo he comentado en publicaciones anteriores, tengo mucha tendencia al drama. Y todos los problemas a mi alrededor terminaban siendo causa mía, esto por supuesto es falso, pero lo llegué a creer en muchas ocasiones y mis reacciones ante estas situaciones fueron, en la mayoría de los casos, exageradas y poco maduras.
Entonces he aquí una lista de mis nuevos... no diré propósitos porque me recuerda los de año nuevo que nunca cumplo jeje, digamos que es mi proyecto de vida.
Seguir un camino diferente, hacer las cosas que yo quiero hacer, por y para MI.
Dejar que la vida me sorprenda, pero sin crear expectativas de ella para evitar frustrarme.
Comprender que todo lo que necesito está dentro de mí misma.
Aprender que todo en esta vida es temporal, nada es para siempre.
No esperar nada de los demás pero dar gracias por todo lo que ellos decidan compartirme.
Sé que no es una tarea fácil, pero trabajaré en ella. Si alguno de ustedes está en una situación similar, considérese invitado a seguir mi camino.
Les mando besos.
Cheryl
P.D. Chicos he vueltoo!
domingo, 7 de febrero de 2010
Lo más importante
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1 comentario:
heyyy Charo.. reviviste jajaja... yo ya sigo algunos puntos de esa guia... te sentiras muchoo mejor ... saludos"" GURRUMINA!!
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