Hace unas semanas mi amiga Columba me envió un chiste o anécdota vía email, el cual me inspiró el tema de hoy. Decía así:
“Estaba una tarde platicando con mi mamá y mirando un reportaje en la televisión donde hablaban de las personas que por algún accidente o enfermedad quedan en estado vegetal y la situación que tienen que vivir sus familiares ante la decisión de desconectarlos o no... horrorizado por el hecho de que alguien sólo pueda sobrevivir conectado a tantos aparatos electrónicos le dije a mi madre: ¡Que barbaridad! Yo preferiría morir que vivir así. Mamá si ves que algún día yo estoy en esas circunstancias por favor desconéctame de todos esos aparatos lo prefiero mil veces a vivir de esa manera.
Ella voltea a verme y con voz muy seria me pregunta: ¿Estas seguro de lo que dices? Yo, extrañado, le contesto: Claro que si mamá, no permitas que tu hijo viva de esa manera. Se queda mirándome un par de minutos mas y de repente se da la vuelta, se encamina hacia mi habitación y me desconecta la televisión, el telecable, el Internet, el Xbox, la computadora y el celular.”
No cabe duda de que vivimos cada vez con más comodidades, estamos en una era en donde ya no es necesario pisar la calle para adquirir casi cualquier producto: comestibles, refacciones, artículos de belleza, aparatos electrónicos, nuevos artefactos que prometen hacer maravillas, etc. No tenemos que ir al banco a pagar las cuentas del teléfono, luz, tele cable, tarjetas de crédito... el Internet vino a facilitarnos la vida.
Incluso la “vieja” costumbre de alquilar películas está perdiendo fuerza debido a que ahora con Sky, telecable, DirecTV, entre otros podemos ver las películas más recientes en la tranquilidad de nuestros hogares. ¡Ah! Y no me puedo olvidar de que el Internet ahora es también inalámbrico, lo cual significa que puedes andar por toda la casa con tu computadora portátil (otro maravilloso invento de la tecnología) sin necesidad de cables. Y que decir de los teléfonos celulares de hoy en día, que lo mismo puedes hacer una llamada, que escuchar música, revisar tu correo electrónico, tomar una fotografía o grabar un video, escuchar la radio o mandar mensajes de texto o fotos por bluetooth con sólo apretar un botoncito.
Todos estos avances tecnológicos a nuestro alcance, hacen de nuestras vidas algo más sencillo, sin duda alguna. Pero se han preguntado alguna vez ¿Qué pasaría si por algún desastre natural o algo por el estilo perdiésemos todo eso?
Simplemente si nos quedáramos sin energía eléctrica de un momento a otro. En primer lugar el caos vial sería terrible, me imagino la escena: yo parada en un crucero con los semáforos sin funcionar y todos los autos intentando atravesar las calles y eso sin contar a los peatones. Imagínense... no televisión, sin refrigerador, no computadora, sin teléfono (hablo de los inalámbricos claro está), sin licuadora, ni plancha, ni lavadora... ¡Cielos! Eso si que sería peor que una película de terror jeje, casi, casi como volver a la época de las cavernas.
Tan sólo pensar en vivir sin televisión me produce un estremecimiento jajaja. ¿Nos hemos dado cuenta de cuán dependientes somos de la tecnología? Vamos por la vida disfrutando cada vez más de la holgazanería que nos regalan las comodidades pero que al mismo tiempo nos aprisionan y nos guían hacia la vida sedentaria. Y con eso no quiero decir que tenga el plan de renunciar a todos mis “artículos de primera necesidad” como mi celular, mi televisión (una nueva después de la muerte de la anterior), mi laptop con su incomparable Internet inalámbrico, etc.
Es más bien una observación de lo acostumbrados que estamos a tener siempre ciertas facilidades para realizar nuestras tareas diarias, de lo sencillas que pueden ser nuestras labores cuando contamos con todos esos servicios y productos. Pero sin embargo, el ser humano es tan creativo y maravilloso que si por alguna razón nos quedásemos sin todos nuestros privilegios... sufriríamos, claro está, pero seguramente inventaríamos en poco tiempo otras maneras de hacernos la vida más fácil.
Besos!
Cheryl
“Estaba una tarde platicando con mi mamá y mirando un reportaje en la televisión donde hablaban de las personas que por algún accidente o enfermedad quedan en estado vegetal y la situación que tienen que vivir sus familiares ante la decisión de desconectarlos o no... horrorizado por el hecho de que alguien sólo pueda sobrevivir conectado a tantos aparatos electrónicos le dije a mi madre: ¡Que barbaridad! Yo preferiría morir que vivir así. Mamá si ves que algún día yo estoy en esas circunstancias por favor desconéctame de todos esos aparatos lo prefiero mil veces a vivir de esa manera.
Ella voltea a verme y con voz muy seria me pregunta: ¿Estas seguro de lo que dices? Yo, extrañado, le contesto: Claro que si mamá, no permitas que tu hijo viva de esa manera. Se queda mirándome un par de minutos mas y de repente se da la vuelta, se encamina hacia mi habitación y me desconecta la televisión, el telecable, el Internet, el Xbox, la computadora y el celular.”
No cabe duda de que vivimos cada vez con más comodidades, estamos en una era en donde ya no es necesario pisar la calle para adquirir casi cualquier producto: comestibles, refacciones, artículos de belleza, aparatos electrónicos, nuevos artefactos que prometen hacer maravillas, etc. No tenemos que ir al banco a pagar las cuentas del teléfono, luz, tele cable, tarjetas de crédito... el Internet vino a facilitarnos la vida.
Incluso la “vieja” costumbre de alquilar películas está perdiendo fuerza debido a que ahora con Sky, telecable, DirecTV, entre otros podemos ver las películas más recientes en la tranquilidad de nuestros hogares. ¡Ah! Y no me puedo olvidar de que el Internet ahora es también inalámbrico, lo cual significa que puedes andar por toda la casa con tu computadora portátil (otro maravilloso invento de la tecnología) sin necesidad de cables. Y que decir de los teléfonos celulares de hoy en día, que lo mismo puedes hacer una llamada, que escuchar música, revisar tu correo electrónico, tomar una fotografía o grabar un video, escuchar la radio o mandar mensajes de texto o fotos por bluetooth con sólo apretar un botoncito.
Todos estos avances tecnológicos a nuestro alcance, hacen de nuestras vidas algo más sencillo, sin duda alguna. Pero se han preguntado alguna vez ¿Qué pasaría si por algún desastre natural o algo por el estilo perdiésemos todo eso?
Simplemente si nos quedáramos sin energía eléctrica de un momento a otro. En primer lugar el caos vial sería terrible, me imagino la escena: yo parada en un crucero con los semáforos sin funcionar y todos los autos intentando atravesar las calles y eso sin contar a los peatones. Imagínense... no televisión, sin refrigerador, no computadora, sin teléfono (hablo de los inalámbricos claro está), sin licuadora, ni plancha, ni lavadora... ¡Cielos! Eso si que sería peor que una película de terror jeje, casi, casi como volver a la época de las cavernas.
Tan sólo pensar en vivir sin televisión me produce un estremecimiento jajaja. ¿Nos hemos dado cuenta de cuán dependientes somos de la tecnología? Vamos por la vida disfrutando cada vez más de la holgazanería que nos regalan las comodidades pero que al mismo tiempo nos aprisionan y nos guían hacia la vida sedentaria. Y con eso no quiero decir que tenga el plan de renunciar a todos mis “artículos de primera necesidad” como mi celular, mi televisión (una nueva después de la muerte de la anterior), mi laptop con su incomparable Internet inalámbrico, etc.
Es más bien una observación de lo acostumbrados que estamos a tener siempre ciertas facilidades para realizar nuestras tareas diarias, de lo sencillas que pueden ser nuestras labores cuando contamos con todos esos servicios y productos. Pero sin embargo, el ser humano es tan creativo y maravilloso que si por alguna razón nos quedásemos sin todos nuestros privilegios... sufriríamos, claro está, pero seguramente inventaríamos en poco tiempo otras maneras de hacernos la vida más fácil.
Besos!
Cheryl
4 comentarios:
ahhhhh que la boca se te haga chicharrooon!!!
no podria vivir sin el internet!!, sin mi celulaaar!!!
que bueno que nacimos en esta epoca :)
Si con toda esta tecnología se te llegan a olvidar tus fechas de aniversario o compleañso de tus amigos, de plano es porque no le das importancia... Ja ja ja ja...
Se nos acabaron los pretextos!!!
:O
Si, ya habia yo pensado en eso, de echo no se como pude vivir sin celular tantos años!!!
Quien sabe que aparatos nos seran indespensables en unos 20-50 años... tal vez nuestra maquina teletransportadora jeje saludos =)
Hola!
Ahh Dios Mio!! yo cada que se va la luz casi me da un paro, ahora como sería si eso uera siempre, no, me muero :D
Voy a Tener que aprenderle algo a Diego, jaja.
Un Saludo.
P.S. Mi fiesta de 15s es el 8 de noviembre, ojalá pudieras venir :D
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