Ahora que estamos a solo unas horas de que termine el año 2008 y que todo mundo anda loco haciendo reservaciones tardías para cenar en algún restaurante de moda o con vista a la bahía, organizando los detalles que faltaban de la cena en casa y con amigos, o vueltos locos asaltando el departamento de frutas de los supermercados en busca de uvas sin semilla para así evitar que sus invitados y amigos mueran ahogados en la víspera del 2009, que parece acercarse a toda velocidad y siempre lleno de sorpresas y cosas nuevas, algunas otras no tan nuevas ni tan sorprendentes.
Uno de los detalles que llama mi atención es la famosa “Lista de Propósitos de Año Nuevo”. Cada vez que llega el fin de un año escucho a la mayoría de las personas que me rodean hablando sobre sus opciones, la mayoría de mis conocidos los enumeran y eligen con sumo cuidado, tratando siempre de cumplirlos (aunque sea por un par de semanas).
Yo, en mis varios años de vida, creo que sólo he hecho esa lista en dos ocasiones y, por supuesto, no la cumplí. Pero yo me pregunto ¿Por qué hacemos propósitos sólo en año nuevo? ¿Por qué la mayoría de nosotros elegimos cosas que sabemos de antemano que es muy poco probable que podamos llevar a cabo?
- Dejar de fumar, - Hacer ejercicio todos los días, - Bajar de peso / Ponerme a dieta, -Mejorar mis calificaciones, - Aprender a cocinar, - Dejar de emborracharme, - Buscar trabajo, - Convertirme en estrella de rock, - Mudarme a un mejor vecindario, - Casarme y sentar cabeza, - Viajar, - Ahorrar, - Cambiar mi coche/ Comprar coche, - Ir al psicoanalista (jajajaja), - Llegar puntual a todas mis citas, - Lanzarme en paracaídas, - Comer más sano, - Escribir un libro, - Tener un hijo, - Comprar casa, etc.
Estos son algunos de los propósitos más comunes, o al menos de los que más recuerdo haber escuchado o leído. Varios de ellos suenan bastante bien, son opciones realmente aceptables y positivas, buenas para la salud mental y física, para el bienestar social y económico de la persona, etc. Sé que no todas las personas somos iguales, conozco a muchas que sí cumplen con sus propósitos. Lamentablemente (para mi), no soy una de ellas. Aunque eso sólo aplica a esa lista en particular, porque cuando decido hacer o dejar de hacer algo, pongo mí mejor esfuerzo en cumplirlo y casi siempre lo logro. Así que ¡Hagan sus listas!
Y, por último, ahora que cada vez estamos más cerca del nuevo año y que seguramente andamos tan ocupados afinando detalles sobre como festejaremos en la última noche del 2008, hago una pausa para desearles a todos que este próximo 2009 venga lleno de dicha, paz y felicidad. Y recordarles también que si, de repente, las cosas no nos van tan bien como queremos, debemos mantener siempre la esperanza y la fe en lo que creemos. Lo más importante es continuar llenos de ánimos y siempre tener muy presente que nunca estaremos completamente bien, pero tampoco completamente mal, aprendamos a vivir con eso y encontraremos la paz.
Feliz año nuevo 2009!!!
Abrazos!
Cheryl
Uno de los detalles que llama mi atención es la famosa “Lista de Propósitos de Año Nuevo”. Cada vez que llega el fin de un año escucho a la mayoría de las personas que me rodean hablando sobre sus opciones, la mayoría de mis conocidos los enumeran y eligen con sumo cuidado, tratando siempre de cumplirlos (aunque sea por un par de semanas).
Yo, en mis varios años de vida, creo que sólo he hecho esa lista en dos ocasiones y, por supuesto, no la cumplí. Pero yo me pregunto ¿Por qué hacemos propósitos sólo en año nuevo? ¿Por qué la mayoría de nosotros elegimos cosas que sabemos de antemano que es muy poco probable que podamos llevar a cabo?
- Dejar de fumar, - Hacer ejercicio todos los días, - Bajar de peso / Ponerme a dieta, -Mejorar mis calificaciones, - Aprender a cocinar, - Dejar de emborracharme, - Buscar trabajo, - Convertirme en estrella de rock, - Mudarme a un mejor vecindario, - Casarme y sentar cabeza, - Viajar, - Ahorrar, - Cambiar mi coche/ Comprar coche, - Ir al psicoanalista (jajajaja), - Llegar puntual a todas mis citas, - Lanzarme en paracaídas, - Comer más sano, - Escribir un libro, - Tener un hijo, - Comprar casa, etc.
Estos son algunos de los propósitos más comunes, o al menos de los que más recuerdo haber escuchado o leído. Varios de ellos suenan bastante bien, son opciones realmente aceptables y positivas, buenas para la salud mental y física, para el bienestar social y económico de la persona, etc. Sé que no todas las personas somos iguales, conozco a muchas que sí cumplen con sus propósitos. Lamentablemente (para mi), no soy una de ellas. Aunque eso sólo aplica a esa lista en particular, porque cuando decido hacer o dejar de hacer algo, pongo mí mejor esfuerzo en cumplirlo y casi siempre lo logro. Así que ¡Hagan sus listas!
Y, por último, ahora que cada vez estamos más cerca del nuevo año y que seguramente andamos tan ocupados afinando detalles sobre como festejaremos en la última noche del 2008, hago una pausa para desearles a todos que este próximo 2009 venga lleno de dicha, paz y felicidad. Y recordarles también que si, de repente, las cosas no nos van tan bien como queremos, debemos mantener siempre la esperanza y la fe en lo que creemos. Lo más importante es continuar llenos de ánimos y siempre tener muy presente que nunca estaremos completamente bien, pero tampoco completamente mal, aprendamos a vivir con eso y encontraremos la paz.
Feliz año nuevo 2009!!!
Abrazos!
Cheryl