Hasta la cocina

¿Quién lo diría?… que algún día estaría yo metida en la cocina haciendo algo más que esperar a que mi mamá o algún otro miembro de la familia terminara de preparar los alimentos que yo disfrutaría con singular alegría y sin hacer la mínima labor culinaria.

Pues si mis estimados amigos. Ya sé cocinar, no demasiado, ni con tanta variedad, pero si mucho más que hace un año. Aunque siendo sincera, algunas de las “delicias” que preparo las hago con un poco de ayuda: recetas y consejos de familia. Pero es cierto que he mejorado mucho en cuanto a sazón se refiere.

Todavía recuerdo la primera vez que cociné arroz, me costó mucho trabajo seguir al pie de la letra la receta de mi mamá, en otras palabras sudé la gota gorda para hacerlo. Y al final nadie quedó conforme con mi desempeño, aunque no faltaron los comentarios bien intencionados, sobre todo de mi mamá que no quería que desistiera de mi propósito de aprender a cocinar.

Claro que hay que admitir que cocinar hoy en día es mucho menos complicado de lo que era hace años, cuando mi madre aprendió. ¡Afortunadamente ya hay tortillas en el súper! Y si deseas cocinar mole, lo puedes encontrar ya preparado en la tiendita de la esquina, no como en aquél entonces cuando mi abuela la enseñó a prepararlo paso a paso, ingrediente por ingrediente (mil ochomil).

Ahora lo que nos falta es tiempo. Pero en cualquier caso díganme ¿A quién no le gusta un buen sándwich? ¿O unas ricas quesadillas?

Así que si llegan a necesitar una receta de cocina, sólo tienen que avisarme, que yo se las consigo jeje.

Besitos!

Cheryl