Muchas veces mientras vivimos nuestras vidas tranquilamente corremos riesgos que tal vez no deberíamos correr, que sabemos que están ahí, que existen y los ignoramos, confiamos a la suerte el resultado de nuestras acciones. Y por supuesto cuando las cosas salen mal, también culpamos a nuestra mala suerte, la mala estrella que nos acompaña, la mala vibra que alguien “nos tira”, la mala fortuna, etc.
Si tan sólo aceptáramos nuestra responsabilidad con respecto a las consecuencias que enfrentamos, si pudiésemos entender que nada sucede sin una razón. Que todas nuestras acciones tienen, forzosamente, una reacción o consecuencia. Sin embargo cuando nos vemos enfrentados a unas consecuencias que no esperábamos, nos enojamos con todo el mundo y reclamamos lo injusta que es la vida.
Todo este tema tan profundo viene a colación porque el día de hoy sufrí una consecuencia que me tiene al borde de la locura.
Esta tarde estaba en mi habitación, mirando televisión, mientras esperaba que se llegara la hora de salir a cumplir un compromiso, me percaté de que empezó a llover muy fuerte. Como es muy común que en la costa haya tormentas eléctricas, salí a cerciorarme de que ésta no fuera una de ellas. Llovía con bastante fuerza, pero sin sonido alguno, nada de estruendos, ni luces de relámpagos en el cielo. Después de realizar esta importante verificación volví a mi habitación a seguir viendo una película sobre viajes en el tiempo y las consecuencias que pueden llegar a acarrear para el mundo (hablando del tema).
Bueno pues estaba yo de lo más intrigada pensando en cómo resolverían los protagonistas ese problema en que se habían metido, cuando de pronto y sin previo aviso se estremecen los cristales de mi ventana y un ruido ensordecedor atenaza mis oídos ¡Un rayo! Pensé con susto... demasiado tarde. Uno de los focos que iluminan mi habitación tronó por la descarga eléctrica ocasionada por el mencionado rayo, la televisión se apagó... y no volvió a encender.
Aunque consiente de que era algo tarde para mi reacción, me apresuré a desconectar de la toma de corriente todos mis demás aparatos electrónicos. Salí inmediatamente de mi habitación, asustada y con la esperanza de que la tormenta terminara lo antes posible para revisar si algo se había arruinado. Una vez pasada la tormenta volví e intente encender mi televisor, que yacía inerte sobre el mueble con su pantalla gris apagada. No encendió más.
Si tan sólo aceptáramos nuestra responsabilidad con respecto a las consecuencias que enfrentamos, si pudiésemos entender que nada sucede sin una razón. Que todas nuestras acciones tienen, forzosamente, una reacción o consecuencia. Sin embargo cuando nos vemos enfrentados a unas consecuencias que no esperábamos, nos enojamos con todo el mundo y reclamamos lo injusta que es la vida.
Todo este tema tan profundo viene a colación porque el día de hoy sufrí una consecuencia que me tiene al borde de la locura.
Esta tarde estaba en mi habitación, mirando televisión, mientras esperaba que se llegara la hora de salir a cumplir un compromiso, me percaté de que empezó a llover muy fuerte. Como es muy común que en la costa haya tormentas eléctricas, salí a cerciorarme de que ésta no fuera una de ellas. Llovía con bastante fuerza, pero sin sonido alguno, nada de estruendos, ni luces de relámpagos en el cielo. Después de realizar esta importante verificación volví a mi habitación a seguir viendo una película sobre viajes en el tiempo y las consecuencias que pueden llegar a acarrear para el mundo (hablando del tema).
Bueno pues estaba yo de lo más intrigada pensando en cómo resolverían los protagonistas ese problema en que se habían metido, cuando de pronto y sin previo aviso se estremecen los cristales de mi ventana y un ruido ensordecedor atenaza mis oídos ¡Un rayo! Pensé con susto... demasiado tarde. Uno de los focos que iluminan mi habitación tronó por la descarga eléctrica ocasionada por el mencionado rayo, la televisión se apagó... y no volvió a encender.
Aunque consiente de que era algo tarde para mi reacción, me apresuré a desconectar de la toma de corriente todos mis demás aparatos electrónicos. Salí inmediatamente de mi habitación, asustada y con la esperanza de que la tormenta terminara lo antes posible para revisar si algo se había arruinado. Una vez pasada la tormenta volví e intente encender mi televisor, que yacía inerte sobre el mueble con su pantalla gris apagada. No encendió más.
Me invadió la desesperación ¿Ahora como podré conciliar el sueño? ¿Qué será de mí sin mi televisor? ¿Dónde voy a ver los inicios de temporada de mis series favoritas? ¿En qué veré películas? ¡Que mala suerte la mía! ¡Malvada tormenta eléctrica camuflada!
En realidad mi suerte no tiene nada que ver, debí desconectar mi televisor cuando me dí cuenta de que la tormenta era muy fuerte, así hubiera evitado esta consecuencia tan traumática (jajajaja un poco exagerado lo sé, pero me gusta ver televisión). Afortunadamente mi computadora y modem salieron ilesos del atentado eléctrico. Que no les pase a ustedes, piensen en las consecuencias de lo que hacen o dejan de hacer, como yo.
En realidad mi suerte no tiene nada que ver, debí desconectar mi televisor cuando me dí cuenta de que la tormenta era muy fuerte, así hubiera evitado esta consecuencia tan traumática (jajajaja un poco exagerado lo sé, pero me gusta ver televisión). Afortunadamente mi computadora y modem salieron ilesos del atentado eléctrico. Que no les pase a ustedes, piensen en las consecuencias de lo que hacen o dejan de hacer, como yo.
Saluditos!!
Cheryl
5 comentarios:
Ay... si estuviera en tu lugar, al ver mi tv muerta... diria
"nooooooo, por que???... llevame a miiiiiiiiiiiiii!!!"
Tienes razon, muchas veces podemos preveer ciertos accidentes y no lo hacemos por decidia, comodidad o simplemente por que creemos que nunca nos va a pasar, y desafortunadamente algun dia sucede... bueno pues mucha suerte, ojala esto sirva para que te hagas de un mejor televisor... ;) Saludos
ah noooooooooo
donde veremos pelis!!!! jajajaja
ni modo... para la proxima ya sabras que hacer,
y ya te acostumbraras a dormir sin tele, yo tengo varios años sin tele en mi cuarto.. me costo trabajo acostumbrarme jejeje
Hola!
:D a mí me paso algo similar con mi computadora...todo por una tormenta eléctrica se descompuso...
se quemo toda y bye bye archivos, fotos, videos, música y demás.
Es horrible cuando pasan estas cosas ='(
saludos*
Pues sí, si lo analizamos así, podemos evitar muchas cosas de ese tipo, pero... Tal vez le quitaría sabor a la vida, pues estamos acostumbrados a siembre andar buscando el "Balance de riesgos"...
Qué probabilidad hay de que caiga un rayo cerca de mi casa? Pocas... y por lo mismo tal vez no desconectaría mis aparatos...
¿Me echaría un round sin condón?... Ahí aumentan las probabilidades de invocar a la mala suerte...
¿Podré llegar pedísimo manejando a mi casa?... Ya es tentar al Diablo... je je je...
Todas nuestras decisiones las basamos en nuestra percepción de probabilidades... De lo contrario, no nos pasarían tanats cosas, pero nos privaríamos de taaanto...
regreso x aki hahaha
menos mal k fue la tele y no la compu hahahah yo si me volveria loco sin pc heheheheh
en una ocacion por poco y me kedo yo pegado x desconectar la tv hehehe justo en el monento en k kayo el rayo yo staba desconectando el cable de la corriente solo vi como salio un chispaso de entre el enchufe de la pared y el cable de la tv.. pero lo peor del caso es k aparte de el susto que me lleve, la tele se kemo y fue por el lado que hasta ese momento yo no sabia k tambien se podian quemar que era el de la conexion de telecable
recomendacion: desconecta tus aparatos de toda conexion k pudiese tener jajajaja
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