Son las 5:55 de la tarde, debo ver a Rodrigo a las 6:oo y estoy atrapada en una fila interminable de autos que parecen avanzar 5 centímetros por minuto, el tiempo sigue corriendo, imparable, y yo aún no estoy ni siquiera cerca de mi destino. ¡Otra vez tarde! Alguien estará muy molesto….
Día con día es más complicado manejar en esta ciudad y sus alredores. No sólo por el aumento desmedido en la población y el hecho de que estén abarrotando el municipio con casas de bienestar social (si es que se les puede llamar casas), noooo ahora se suman a nuestras desgracias las revisiones por parte de la policía judicial.
Con tanta gente viniendo a vivir a nuestras ciudades, empiezan a ser insuficientes las calles y los estacionamientos, cada vez nos toma más tiempo llegar a tiempo a nuestros empleos, escuelas y citas importantes. Las vías de acceso parecen no ser lo bastante amplias ante el número de coches que circulan a diario en horas pico, esperar tres semáforos para poder cruzar se vuelve el cuento de todos los días.
Para colmo, y como bono de fin de cursos, está el retén que los señores judiciales han situado en la frontera entre los estados de Nayarit y Jalisco. Debido, precisamente, a otro aumento. Uno que no se podía dejar de esperar porque si aumenta la población también aumenta la delincuencia.
La policía judicial, “siempre al servicio de la población”, tuvo a bien venir en auxilio nuestro, ya que la ola de violencia nos estaba azotando con fuerza, digo al menos para una ciudad acostumbrada a la tranquilidad y paz en cierta medida. Ahora están, muy en su papel, todos los días y a todas horas “revisando” a todo el que pasa, cosa que no es necesariamente cierta porque a mi nunca me han revisado a pesar de que suelo atravesar por ahí al menos dos veces cada día. Seguramente tengo cara de buena persona.
El hecho irrefutable es que independientemente de si han logrado o no mermar un poco los negocios de ciertas personas dedicadas a asuntos ilegales, lo que sí han logrado, y con creces, es ponernos de cabeza a todos, el recorrido que antes nos tomaba sólo 20 minutos como promedio ahora nos puede llegar a quitar más de 40 minutos de nuestro preciado tiempo.
Volviendo a mi cita en que por cierto ya iba con bastante retraso, cuando por fin logré pasar el famoso retén, que está justamente antes de cruzar el puente que separa Nayarit de Jalisco, empiezo a acelerar pero sólo logro avanzar un par de metros, todos los autos siguen detenidos sobre el puente, me empiezo a desesperar y me estiro para alcanzar a ver qué es lo que pasa, ¿Por qué sigue habiendo tráfico lento?, pero no puedo ver nada más que el camión de sabritas que está parado delante de mi. La fila de autos sigue avanzando muy lentamente, pasan otros 5 minutos y yo sigo en el mismo puente. De pronto alcanzo a distinguir unos conos fluorescentes de esos que usan para señalar precaución y a un hombre vestido con uniforme militar parado a un lado de ellos, me pregunto ¿Qué hacen? ¿Por qué están ahí en medio del puente? ¿Acaso es otro retén que pretende pescar a los que se les hayan escapado a los anteriores? Conforme me voy acercando al lugar de los hechos, puedo ver un camión enorme pintado con los colores militares de camuflaje, está ahí, imponente sobre la carretera y yo sigo con la intriga acerca de las verdaderas intenciones de un segundo retén.
Cuando por fin estoy ahí, frente a ellos me doy cuenta de que el camión tiene levantado el cofre y sale humo, casi imperceptible debido a la leve lluvia que cae sobre nosotros. El enorme transporte está descompuesto y varado a mitad del puente. ¡Que desilusión! ¿Esos son los héroes que vienen a salvar nuestras vidas y darnos tranquilidad? ¿Esos que no pueden siquiera revisar que sus medios de transporte funcionen correctamente? Bueno, después de todo no son más que humanos, hombres en cumplimiento de su deber.
Acelero mi coche ya con el camino libre, rogando por que no haya más retrasos y para que todos los semáforos me toquen en verde jajaja. Al final de cuentas no llegué tan tarde a mi cita. La función de cine empezaba a las 7, pero mi muy precavido novio me citó a las 6 “sólo por si las dudas jeje”.
Cheryl
Día con día es más complicado manejar en esta ciudad y sus alredores. No sólo por el aumento desmedido en la población y el hecho de que estén abarrotando el municipio con casas de bienestar social (si es que se les puede llamar casas), noooo ahora se suman a nuestras desgracias las revisiones por parte de la policía judicial.
Con tanta gente viniendo a vivir a nuestras ciudades, empiezan a ser insuficientes las calles y los estacionamientos, cada vez nos toma más tiempo llegar a tiempo a nuestros empleos, escuelas y citas importantes. Las vías de acceso parecen no ser lo bastante amplias ante el número de coches que circulan a diario en horas pico, esperar tres semáforos para poder cruzar se vuelve el cuento de todos los días.
Para colmo, y como bono de fin de cursos, está el retén que los señores judiciales han situado en la frontera entre los estados de Nayarit y Jalisco. Debido, precisamente, a otro aumento. Uno que no se podía dejar de esperar porque si aumenta la población también aumenta la delincuencia.
La policía judicial, “siempre al servicio de la población”, tuvo a bien venir en auxilio nuestro, ya que la ola de violencia nos estaba azotando con fuerza, digo al menos para una ciudad acostumbrada a la tranquilidad y paz en cierta medida. Ahora están, muy en su papel, todos los días y a todas horas “revisando” a todo el que pasa, cosa que no es necesariamente cierta porque a mi nunca me han revisado a pesar de que suelo atravesar por ahí al menos dos veces cada día. Seguramente tengo cara de buena persona.
El hecho irrefutable es que independientemente de si han logrado o no mermar un poco los negocios de ciertas personas dedicadas a asuntos ilegales, lo que sí han logrado, y con creces, es ponernos de cabeza a todos, el recorrido que antes nos tomaba sólo 20 minutos como promedio ahora nos puede llegar a quitar más de 40 minutos de nuestro preciado tiempo.
Volviendo a mi cita en que por cierto ya iba con bastante retraso, cuando por fin logré pasar el famoso retén, que está justamente antes de cruzar el puente que separa Nayarit de Jalisco, empiezo a acelerar pero sólo logro avanzar un par de metros, todos los autos siguen detenidos sobre el puente, me empiezo a desesperar y me estiro para alcanzar a ver qué es lo que pasa, ¿Por qué sigue habiendo tráfico lento?, pero no puedo ver nada más que el camión de sabritas que está parado delante de mi. La fila de autos sigue avanzando muy lentamente, pasan otros 5 minutos y yo sigo en el mismo puente. De pronto alcanzo a distinguir unos conos fluorescentes de esos que usan para señalar precaución y a un hombre vestido con uniforme militar parado a un lado de ellos, me pregunto ¿Qué hacen? ¿Por qué están ahí en medio del puente? ¿Acaso es otro retén que pretende pescar a los que se les hayan escapado a los anteriores? Conforme me voy acercando al lugar de los hechos, puedo ver un camión enorme pintado con los colores militares de camuflaje, está ahí, imponente sobre la carretera y yo sigo con la intriga acerca de las verdaderas intenciones de un segundo retén.
Cuando por fin estoy ahí, frente a ellos me doy cuenta de que el camión tiene levantado el cofre y sale humo, casi imperceptible debido a la leve lluvia que cae sobre nosotros. El enorme transporte está descompuesto y varado a mitad del puente. ¡Que desilusión! ¿Esos son los héroes que vienen a salvar nuestras vidas y darnos tranquilidad? ¿Esos que no pueden siquiera revisar que sus medios de transporte funcionen correctamente? Bueno, después de todo no son más que humanos, hombres en cumplimiento de su deber.
Acelero mi coche ya con el camino libre, rogando por que no haya más retrasos y para que todos los semáforos me toquen en verde jajaja. Al final de cuentas no llegué tan tarde a mi cita. La función de cine empezaba a las 7, pero mi muy precavido novio me citó a las 6 “sólo por si las dudas jeje”.
Cheryl
3 comentarios:
mmm... cuando llegaras temprano??? ayer llegaste temprano y no estuve ahi para verloooo
Ah, qué pinche Rodrigo tan gruñón... je je je...
Y sí, aquí en Monterrey la violencia, retenes, tráfico y caos son el pan de cada día. Estamos a dos cuadras de la realidad del Distrito Federal.
Acá para mi rancho tambien se esta haciendo un show el manejar, cada vez son mas carros en las mismas calles angostas... y tambien hay mucho mas delincuencia, hace unos años aki era tan trankilo y de nuestro lema "Ciudad limpia, Ciudad amable"... creo ke ya no keda nada.
PD Trata de llegar a tiempo es muy molesto tener ke estar esperando siempre a alguien =)
Publicar un comentario